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La lucha de las mujeres por la memoria y la vida
Emilia Yang
26 Nov 2020
Sabemos que las crisis, la politiquerĆa, el patriarcado y el mercado quieren imponernos el olvido. Pero, tambiĆ©n sabemos que las activistas feministas, las madres y familiares de vĆctimas organizadas, las personas comprometidas por la verdad y la justicia, a pesar del paso del tiempo, vamos a seguir luchando por la memoria y el sentido de la vida; porque la llama de la justicia nos atraviesa el cuerpo y el alma.
En este artĆculo busco hilar algunas ideas sobre la construcción de la memoria desde y sobre las mujeres: defensoras, activistas, periodistas, artistas y museógrafas latinoamericanas presentes en el primer aniversario del museo AMA y No Olvida, durante el encuentro āUna Lucha Colectiva contra el Olvidoā, organizado con HoraCero, y la serie #MemoriaConectada, junto con La Lupa. Ambas iniciativas surgieron con la intención de reflexionar sobre el proceso de la construcción de la memoria en LatinoamĆ©rica desde mĆŗltiples actores, formatos, espacios y tiempos.
Escuché con atención las experiencias de las compañeras, ya que son también parte de nuestras memorias de resistencias compartidas, próximamente compartiremos las ponencias completas en el blog del Museo. Si hay algo en común en las vivencias que nos compartieron desde México hasta Perú, Chile y Argentina, pasando por Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Colombia es que las mujeres siempre hemos sido las primeras en perder el miedo, alzar la voz y poner nuestras cuerpas para luchar por la verdad y la justicia, para construir y resguardar la memoria en colectividad y para imaginarnos con esperanza un futuro diferente.
Desde MĆ©xico, AlĆ Aguilera, de la Colectiva Vivas en la Memoria nos contó sobre Irinea BuendĆa, quien les ayudó a marcar el camino pidiendo justicia por el asesinato de su hija, āella decĆa que justicia no era que dieran una sentencia, y justicia no serĆ” que encarcelen a Julio CĆ©sar, el asesino de su hija, sino justicia serĆ” cuando dejemos de tener feminicidios, desapariciones, trata de mujeres y crĆmenes del Estado, eso serĆa justicia.ā Para el trabajo de la colectiva -que incluye bordados, anti-monumentos y marchas- la memoria nombra, confronta, visibiliza y articula a otras mujeres para que juntas construyan otros caminos desde el trabajo colectivo, āa construir tambiĆ©n nuestra memoria, junto a las vĆctimas, porque ahĆ lo nombramos de otra manera... desde una perspectiva feminista, que se pregunta: ĀæPor quĆ© asesinaron a estas mujeres, por quĆ© las estĆ”n desapareciendo?ā.
La memoria de las mujeres que lucharon y han sido asesinadas, muchas veces es manipulada por grupos de poder. Por ejemplo, Elena Salamanca, historiadora salvadoreƱa , compartió sobre su reflexión y trabajo de performance acerca de los usos polĆticos de la memoria de MĆ©lida Anaya Montes, fundadora de las Fuerzas Populares de Liberación y asesinada en Managua con 84 picahielazos Elena lo calificó como āuna discusión polĆtica alrededor de las cinco fuerzas que conformaban el FMLN, un feminicidio y un crimen de odioā. A partir de su investigación se hicieron dos trabajos, āestudiamos durante mucho tiempo, fuentes relacionadas a varias notas de Barricada y pudimos escribir 84 letanĆas, cada una obedece a un picahielazo , y estas letanĆas las leĆmos en el Ćŗnico monumento que le han dedicado...y decidimos hacer un artĆculo tambiĆ©n, para contar cómo el FMLN ha manipulado la figura de MĆ©lida Anaya Montes, como una figura maternal, martirial, porque ese uso polĆtico a ellos los hace mantenerse en la impunidad y no responder como un crimen, que es lo que realmente sucedió, que deberĆan responder los culpables y el partido como institución polĆtica deberĆa pedir perdónā. La autora tambiĆ©n nos compartió sobre su serie curatorial āSiempre Vivasā en honor a las flores que han resistido y resisten 8000 aƱos en el territorio salvadoreƱo. Inspiradas en ellas, Elena escribió historias de mujeres que han construido y han luchado por la justicia en El Salvador.
Las mujeres que luchan por la justicia y la memoria son transversales en nuestra AmĆ©rica. En Chile, durante la dictadura de Pinochet, nos narraba MarĆa Luisa Ortiz -encargada de colecciones e investigación del Museo de la Memoria y Derechos Humanos- que las mujeres jugaron un rol fundamental: ādesde el primer momento en todo el paĆs, no solo desde su condición de familiar de un detenido, de un prisionero, sino, tambiĆ©n desde su condición de mujerā. Las organizaciones de mujeres se articularon desde las zonas mĆ”s peligrosas del paĆs y en el exterior, haciendo y generando acciones valientes en un momento en que āno pasaba nada, ellas salieron a las calles, se organizaron y fueron un motor muy importante, primero la defensa de los derechos humanos, la denuncia de lo que ocurrĆa, y luego las reivindicaciones feministas tambiĆ©n, levantando consignas como, ādemocracia en el paĆs y la casaāā.

En Argentina, para MarĆa Eugenia LudueƱa, comunicadora, docente y escritora nos contó cómo ālas Abuelas y las Madres (de Plaza de Mayo) eran quienes logran darles identidad a las vĆctimas cuando los medios no se las dabanā, ya que los medios actuaban en ācomplicidad con el relato oficial que buscó justamente esta idea de la desaparición como decĆa el ex presidente de facto Videla que decĆa: no existen no estĆ”nā durante el golpe cĆvico-militar en Argentina en 1976. LudueƱa habló tambiĆ©n de la importancia de una cobertura de gĆ©nero y diversidad transversal en el periodismo, que tenga un enfoque de visibilizar a las vĆctimas, que investigue el contexto de los casos, que nombre los patrones de odio y exterminio que se repiten, especialmente en la comunidad trans y LGBTQ+.
Andrea Plician MĆ©ndez, facilitadora de la Casa de la Memoria en Guatemala, nos invitó a reconocer a las mujeres, especialmente las indĆgenas, como la columna vertebral de la memoria, que han mantenido viva la memoria y la vida desde tiempos ancestrales: āComo mujeres retomamos la historia y la memoria misma, a pesar del dolor, buscamos posicionarnos, seguir adelante, y acompaƱar a otras. Siempre fuimos hacia la vida, era lo que buscĆ”bamos. En este ejercicio hemos buscado la memoria como elemento de denuncia, de transformar y crear mejores condiciones, nos ha unido y ha generado la posibilidad de soƱar un futuro diferente al sistema corrupto, racista y clasistaā.
En Nicaragua, Eva Molina del Movimiento de Mujeres de Matagalpa de Nicaragua habló sobre cómo las mujeres hacemos memoria de una manera diferente: āPara nosotras es muy importante tomar en cuenta todos esos criterios para incorporar un enfoque de gĆ©nero y de la interseccionalidad, la superposición de las identidades, no hay una jerarquĆa de las opresiones, sino que tenemos que abordarlas de las diferentes maneras.ā Elyla Sinvergüenza tambiĆ©n mencionó cómo se han soterrado las memorias de las personas de la disidencia sexual en Nicaragua.
Francys Valdivia, presidenta de la Asociación Madres de Abril (AMA), confirmó que la construcción de la memoria del Museo de AMA y No Olvida, Museo de la Memoria contra la Impunidad ha sido con un enfoque de derechos humanos y de gĆ©nero, ya que la organización es liderada por mujeres. Entre las caracterĆsticas de este enfoque enumera: āLa no revictimización, el respeto a los duelos y el carĆ”cter participativo que parte desde lo que nosotras sentimos, lo que nosotras entendemos, de lo que nosotras queremos, de lo que nosotras demandamos como familiares de personas asesinadasā.
Las posibilidades de transformación del dolor en resistencia fueron analizadas por MarĆa JosĆ© DĆaz, investigadora y antropóloga, quien cataloga este trabajo como algo nuevo para el paĆs:
āLas Madres de Abril son otros sujetos polĆticos (distintas a las madres de hĆ©roes y mĆ”rtires de los 80), ya que vimos como en plenos funerales gritaban consignas que sus hijos reivindicaban ā¦Ninguno de los que murió en abril quiso dar su vida ni se constituyó como un mĆ”rtir o hĆ©roe de la patria. Sus madres estĆ”n diciendo lo mismo: āmi hijo no ofrendó su vida, me lo arrebataron, me lo quitaronā y por tanto el contrapeso a eso es acceso a la verdad, justicia y no repeticiónā.
Para MarĆa JosĆ©, el museo es un sĆmbolo que ancla todas esas reflexiones, donde el dolor, la rabia y el hecho de ser vĆctimas se constituye en el motor de una nueva sociedad āllevando la digna rabia a espacios de movilización y de justicia.ā En este trabajo de memoria, nos dice ella, podemos visualizar un futuro transformador: āAMA nos estĆ” diciendo: somos diferentes, podemos hacerlo diferenteā¦En sus discursos articulan el futuro, visualizamos y respiramos futuros y vemos salidas al conflictoā. Similar a una frase que dijo Francys āla memoria es pasado, es presente y es futuroā y yo le agregarĆa que āla memoria ha sido y serĆ” un camino colectivo para la resistencia, la sanación y el cuido de la vida, para nosotras, las mujeresā.
Le doy gracias a las mujeres que luchan por todas, por este ejemplo de fuerza. En este dĆa, les agradezco a ustedes y a las Mariposas.